lunes, 27 de febrero de 2017

Biografía de Edward Jan Habich - 12. Comisión de Pesos y Medidas

  • Cuando asistimos a los ensayos por introducir en el Perú el nuevo sistema de mediciones que se abre paso en Europa al final del siglo XIX, caemos en la cuenta de los esfuerzos de determinados grupos económicos por implantar un módulo universalmente aceptado que posibilite las relaciones comerciales internacionales. Los intentos por establecer el sistema métrico decimal en el Perú responden a las necesidades de grupos sociales muy definidos que veían en el entroncamiento en las estructuras europeas de comercialización la inserción definitiva en la unidad económica occidental.
  • Desde noviembre de 1885 había preocupado a Habich el asunto de la introducción del sistema métrico decimal debido a los múltiples inconvenientes que se presentaban en la exacta medición de los predios mineros como consecuencia del uso inveterado de las antiguas medidas. Ya en 1885 se había inaugurado en París la Asociación Internacional que tenía por objeto difundir un sistema decimal único. El Perú se adhirió a tal asociación decretando el gobierno el 16 de diciembre de 1862 la implantación legal del nuevo cánon de mediciones. A pesar de la aprobación de esta ley, tanto en las esferas oficiales como en las particulares, seguía usándose la medida antigua que por falta de precisión se prestaba a mil abusos. Se hizo, pues, necesario que el Gobierno decretase nuevamente la obligatoriedad del uso del nuevo sistema y que incluso señalase un plazo perentorio para su aplicación definitiva. Por ley de marzo de 1869 se imponía la obligación de usar las medidas del sistema métrico decimal a partir del 28 de julio del mismo año.
  • Parece que la introducción del nuevo sistema genera dificultades en todos los países porque no se dispone de patrones. Para solucionar esta deficiencia se crea la Oficina Central ubicada en Sevres que vigilaría la exactitud de los instrumentos usados como modelos. A dicha Oficina Central se adhirió el Perú en 1875 comprometiéndose a establecer en Lima una filial encargada de vigilar el exacto cumplimiento de las reglamentaciones internacionales al respecto.
  • Nos vemos, sin embargo, obligados a pensar que toda esta legislación quedó como letra muerta, archivada en los legajos polvorientos de las instituciones públicas porque en 1885 tanto Habich como Alberto A. Elmore se quejan de la falta de una oficina central de evaluación y porque sabemos que se seguía recurriendo al uso de las antiguas medidas. A fin de desarraigar esta costumbre, Habich publica en el Boletín de la Escuela de Ingenieros un artículo en el que muestra la abigarrada variedad de medidas hasta entonces existentes y que en muy poco contribuyen a la unificación del sistema de mediciones dificultando las relaciones internacionales. Concluye que “es indispensable estirpar completamente del uso las antiguas medidas españolas y propender a la introducción de las decimales, no sólo en los actos oficiales, sino también en los usos y costumbres generales del país”.
  • A pesar de las recomendaciones, adhesiones y leyes, en 1885 seguían usándose las viejas medidas por falta de una oficina que coordinase las nuevas y que supervigilase la exactitud de los modelos. Es cierto que en Lima había existido un patrón del metro y otro del kilogramo que, aunque nunca habían sido enviados a Sevres para su comprobación y rectificación, cumplían de alguna manera con la finalidad de fijar el sistema de mediciones. Pero tales modelos desaparecieron durante la ocupación de Lima por el ejército chileno.
  • No bastaba, pues, legislar. Se hacía necesaria la instalación de una oficina de verificación en Lima tal y como fuera programada en 1869. Pero la oficina no se crea y Habich vuelve a insistir en su necesidad en 1886. Parece sin embargo que la costumbre pesaba más que las leyes y las declaraciones de los técnicos.
  • El segundo movimiento para la implementación del sistema métrico declmal se inicia en 1889. Estando Habich en la Exposición Universal de París recibe un decreto supremo de 18 de diciembre de 1889 por el que se le designa Delegado del Perú ante el Comité Internacional de Pesos y Medidas. Cumplió Habich con el cometido encomendado relacionando al Perú con esa entidad a pesar del incumplimiento del Gobierno con las cuotas que desde 1875 debía pagar para cubrir los gastos generales de la Oficina Central de Sevres. Por sus relaciones personales con los miembros del Comité y particularmente con la delegación francesa, pudo Habich recoger mucho del material editado sobre el problema así como algunas muestras de metros y kilogramos tipos que fueron repartidos en las municipalidades.
  • La resitencia a la implantación del nuevo sistema provenía también de algunos miembros del Gobierno. Carlos Wiese, representando al Ministerio de Relaciones Exteriores, pregunta a Habich “¿Qué ventajas reporta al Perú de esa Convención? ¿Cuándo necesita ni cuándo ha pedido los prototipos de rigurosa exactitud matemática que el Comité está llamado a conservar?” Que pudiese responder Habich a tal despreocupación por parte de los poderes públicos, podemos fácilmente suponerlo. Insite en la necesidad de que se paguen a la Oficina Central las cuotas adeudadas porque el Perú está afiliado a la Convención del Metro de 1875 y porque las disposiciones de dicha entidad tienen en el Perú carácter de ley. “Además -añade-, la H. Cámara de Senadores ha aprobado últimamente la creación de una Comisión Central encargada de la verificación de los pesos y medidas legales, y de la conservación de los prototipos, como también de corresponder con la Oficina de Sevres y otras análogas en el extranjero; y esto demuestra la mente de los legisladores de continuar formando parte de la unión métrica internacional, y llegar a la extirpación definitiva en el país de medidas y pesos distintos de los métricos”. Recomienda finalmente que sea la Escuela de Ingenieros, como ya lo había sugerido Alberto A. Elmore, la encargada de efectuar los pagos y de mantener las relaciones con los organismos establecidos en Francia.
  • A pesar del descuido del Ministerio encargado del asunto, parece que la presión de los científicos y comerciantes sobre los miembros del Legislativo surtió el efecto buscado. El 21 de septiembre de 1891 el Congreso aprobó la ley de creación de la Oficina Central de pesos y medidas que fue ratificada por Remigio Morales Bermúdez, presidente constitucional de la República, con fecha 8 de octubre de 1891. Dicha oficina, ubicada en la Escuela de Ingenieros, tenía la función de conservar y depositar los prototipos y quedaba encomendada a Eduardo de Habich en cuanto director de la Escuela.
  • Habían transcurrido apenas veinte días desde la dación de la ley cuando Habich se dispone a llevar a efecto lo mandado en ella. Pero volvieron a surgir dificultades y de hecho Habich tiene que seguir insistiendo varios años más tarde en la necesidad de implantar el sistema métrico decimal. “No concluiremos sin recordar -dice no sin amargura desde las páginas del Boletín en 1898- que, desde el año 1885, no hemos cesado de llamar la atención hacia el asunto, tan importante y que toca tan cerca al país”.
  • El asunto toca tan de cerca a los intereses del Perú, según Habich, porque en esos años se estaban ampliando los sistemas de comercialización internacional. El Perú no podía quedar aislado en la división internacional del trabajo. En esa división, orientada por los grupos de poder económico de Europa, se le había asignado el papel de exportador de materias primas y de importador de manufacturas. Si no se atenía a los nuevos sistemas de medición, sus relaciones comerciales podrían haber visto de tal manera deterioradas que el Perú quedase fuera le las “ventajas” que se suponía que traería el nuevo giro de las relaciones internacionales. A pesar de este interés que no escapaba a los más lúcidos, ni la legislación ni las recomendaciones consiguieron cambiar el panorama. En 1904 necesita nuevamente agitar el asunto. El entonces Ministro de Fomento se preocupó por llevar a efecto la ley del 8 de octubre de 1891. Por decreto de julio de 1904, y en consonancia con reiteradas insistencias de Habich, se autoriza al director de la Escuela de Ingenieros a instalar la Oficina Central de Pesas y Medidas. Comienza otra vez la penosa tarea de sacar al gobierno el dinero necesario para las instalaciones de la oficina, que quedó definitivamente constituida en 1906. Habían pasado treinta años desde que el Perú se incorporase al Comité Internacional del Metro y veinte desde que Habich tratase de implantar de una manera efectiva el sistema métrico decimal en el Perú desterrando las antiguas medidas para facilitar el tráfico comercial.

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