martes, 29 de enero de 2008

Post mórtem

Parafraseando a los iraníes[1], podemos decir que ha muerto una sanguijuela.

Y no cualquier bicho, no. Se trata nada menos que del que fuera llamado en vida (en este caso, su alias) “Sr. Rector, Ing.” Roberto Morales Morales.

La sociedad en que vivimos adolece de muchos defectos, la mayoría de ellos heredados de la época de dominación (y opresión) española. Dos de estas taras son la memoria frágil y la falta de firmeza, especialmente al momento de llamar a las cosas por su nombre (léase hipocresía o el hábito de hablar a media voz). Prueba de ello son los textos escolares de historia, que en su gran mayoría rara vez llaman ladrones a los gobernantes que efectivamente lo fueron, y se limitan a presentar una lista de “obras” realizadas durante su mandato (así el aludido no haya tenido participación alguna en la consecución de la hazaña).

Y ahora se nos pretende presentar al sujeto recientemente fallecido como una especie de héroe y hasta deidad, el que nos “salvó” de la “catástrofe” del 2004, el que garantizó la “estabilidad institucional” de la UNI.

Francamente, suena ridículo.

Recordemos la cantidad de perversidades que cometió con tal de perpetuarse en el poder, desoyendo las voces de protesta que exigían elecciones democráticas por voto universal para los cargos de Rector y Vicerrectores. Corromper estudiantes (formó una lista “emprendedora” para la elección de representantes estudiantiles, que entró como minoría, los cuales votaron por él a cambio de becas en ESAN, ternos, laptops, prácticas preprofesionales y demás gollerías, sin escuchar previamente a sus votantes), difamar honras, mandar a matones para atentar contra la integridad de los estudiantes, contratar policías con dineros de la universidad (¿recuerdan el ¼ de pollo?) para maltratar (y desfigurar) estudiantes, entregar cargos de las oficinas centrales a los docentes que votaron por él (o que lo apoyaron y apoyan) en vez de dárselos a los más capaces. Además, recordemos los procesos ilegales “disciplinarios” que vinieron después del proceso de lucha de ese año, donde pretendía ser juez y parte (desobedeciendo lo indicado por el Estatuto de la UNI, que expresa que la sanción la establece en primera instancia el Consejo de Facultad). Es obvio que la gran mayoría de inculpados fueron sancionados, con suspensiones o expulsiones definitivas. A pesar de que el Poder Judicial declaró ilegal la medida, muchos de nuestros compañeros vieron destruidos sus futuros profesionales, y ya no regresaron. Asimismo, la violación de los derechos estudiantiles ya conquistados, como el derecho a la gratuidad de la enseñanza, fue moneda corriente durante su periodo.

¿No fue acaso entonces que quién provocó el caos fue él? ¿Y para qué? ¿Para contribuir a la mejora académica? ¿Para fomentar la Investigación y Desarrollo científico-tecnológico? No, señores. Lo único que le interesa a este tipo de seres es lucrar a costa de otros, en este caso a costa de la universidad, y si llegan a apoyar algún proyecto no es por genuino interés en éste, sino exclusivamente a cambio de un favor, como por ejemplo la publicidad de su imagen personal.

Pero lo más grave es el atraso — si es que no el retroceso — que está sufriendo actualmente nuestra universidad gracias a su pésima gestión. Lo más importante de una institución no es el cemento, sino el factor humano, y definitivamente esto no es prioritario para estos mercachifles de favores. Era coherente que actuara como tal, puesto que era (por lo menos) simpatizante del aprismo (incluso estuvo en la presentación del plan de gobierno del candidato y hoy presidente Alan García, en el 2006), que hoy da muestra de una claudicación total de sus propios principios y la práctica constante de la escopeta de dos cañones. Otra vez, la hipocresía.

Y ahora sus compinches vienen a mostrarse cual si fueran viudas lloronas, marías magdalenas, pero fueron estos mismos personajes quienes, a sabiendas del delicado estado de salud en que se encontraba, impidieron a toda costa su renuncia o vacancia al cargo por incapacidad física para seguir manteniendo sus privilegios, demostrando así su inhumanidad y su falta de escrúpulos, todo con tal de seguir engordando sus bolsillos de forma irregular. Que no nos vengan a echar sus muertos encima, muertos por su irresponsabilidad.

A todo esto, ¿qué debemos hacer? Pues, preocuparnos más por nuestra universidad, enterarnos de lo que pasa, organizarnos nuevamente, eligiendo democráticamente por voto universal a nuestros representantes en los Centros y en la ACUNI, tal como lo manda el Estatuto de la UNI (el 2008-I tienen que haber elecciones sí o sí), y salir a luchar cuando sea necesario. No debemos dejar que las fuerzas oscuras decidan el futuro de nuestra universidad, de nuestras familias, de nuestra patria.

De nosotros depende. Es nuestro deber.



[1] En enero de 1979, el hasta ese entonces Sha (rey) de Irán, Muhammad Reza Pahlavi, de estilo autocrático y prooccidental, además de despilfarrador de las riquezas de su país, huyó de su país tras el triunfo de la Revolución Islámica. Un año y medio después, fallecía en el extranjero. La radio iraní lo informó así: “Ha muerto la mayor sanguijuela del siglo XX”.

lunes, 14 de enero de 2008

La jvsticia de una republiqueta bananera


Que tal igualdad y respeto hacia las leyes tienen los actuales gobernantes de turno. Figúrense que, violando las normas procesales en vigor, unos jueces pichiruchis acaban de aumentar 36 meses más la estadía de Antauro Humala y los reservistas presos, SIN CONDENA.
Se supone que máximo puedes estar en esta situación por 36 meses (que ellos ya lo cumplieron) sin sentencia condenatoria de por medio. Ojo, 36 meses considerando que es un proceso "complejo" (lo normal es 18 meses). Entonces, ¿de que estamos hablando? ¿el Estado incumpliendo sus propias normas? ¿existe el tan cacareado "Estado de Derecho"? ¿Donde esta la igualdad ante la ley?
Nosotros ya lo sabemos, estos sinverguenzas que detentan el poder hacen lo que le da la gana con nuestro país. Y lo seguirán haciendo hasta que nos decidamos hacerles el pare.
De hecho, el Movimiento Etnocacerista ya lo está haciendo...

Ecuaciones matemáticas